Los
humanos, a parte de emitir ruidos y gruñidos como todos los animales, tenemos
la capacidad de hablar y de crear sonidos de mil maneras distintas. El
erotismo, la sensualidad,… y el sexo más duro y apasionado carecerían de fuerza
si transcurrieran en el silencio más absoluto. Los sordos sienten las
vibraciones de forma mucho más sutil y gozan con ellas como nosotros gozamos
del sonido en el rito sexual.
La
riqueza infinita de este sentido, en las artes del sexo y del amor, es que,
dependiendo del día, del momento, de la pareja, del estado anímico o de las
ganas de jugar, puede adquirir todas las variantes que deseemos, por ello
simplemente voy a lanzar unas ideas y luego que cada cual “orgasmee” con ellas
como sepa.
Para
empezar, en el inicio de toda relación, muchas veces se da la distancia física,
esto ocurre cuando estamos de viaje, o por otras muchas circunstancias,… en
estos casos y, dependiendo del instinto y creatividad de cada uno, podemos
hacer uso del sexo telefónico o por Skype (voz + imagen); desde lo más tierno,
hasta la masturbación más eróticamente narrada o “lo que te haría si estuvieras
aquí”,…
No
nos olvidemos nunca en momentos cruciales pronunciar el nombre del otro,… ¡Te
adoro Lucía!, ¡Cuánto me gustas, Luis !, ¡Qué lindo culo tienes, Marta!,…
Los
humanos podemos emitir sonidos guturales de placer (todos sabemos de esto) y
también de “no me gusta”; conviene saber que ésta es la mejor manera de decirle
al otro “me gusta o no” lo que me estás haciendo, diciendo, pensando…, ser un
buen amante depende de la capacidad de emitir estos sonidos y de saber
interpretarlos y tomarlos como una guía, como un aprendizaje constante,… No me
negaréis que los suspiros, susurros, jadeos, ronroneos, gruñidos, gritos,
risas,… nos ponen mucho más que un “así me gusta más”, “demasiado fuerte”, “más
despacio”…
Hay
otros ruidos igual de excitantes que no salen de nuestra boca ni de nuestras
entrañas, sino de los besos húmedos (en los labios de arriba o los de abajo),
de una buena mamada, del entrar y salir del pene en un sexo empapado, de una
suave caricia sobre la prenda intima, de un arañazo apasionado o de un oportuno
cachete en el culo si estamos jugando al BDSM.
Muchos
otros sonidos externos a nosotros pueden ponernos a mil, el somier, la
vibración de un juguete erótico, el ruido de ataduras, fustas, los sonidos
delicados de masajes con aceites, lubricantes,.. hay que abrir totalmente este
sentido si queremos gozar de todas las variantes de placer que nos puede
regalar.
No
nos olvidemos de la música de fondo adecuada en cada momento, desde una música
oriental tipo zen, pasando por boleros,…hasta el rock más duro, tambores y percusión,…
es bueno tener un álbum de CD’s adecuados para los momentos de intimidad,
existen músicas especiales para estos momentos, aunque lo mejor es ir
construyendo poco a poco, y a nuestro gusto, nuestra excitante recopilación
musical.
Y
por fin le llega el turno a la palabra, a la voz que podremos usar en todos sus
matices, tonos, volumen,… sin olvidarnos de los exquisitos silencios colocados
instintivamente en el momento y sobre el lugar preciso.
Palabras
y frases dulces de amor que transmitan seguridad, presencia, ternura,
protección, gusto por el otro, sentimientos, emociones,… “te quiero”, “me gusta
estar contigo”, “me gusta sentirte así…”, “qué beso más dulce”, “tocarte me
vuelve loco”, “qué guapo eres”,…. todas éstas, y millones más, abren el corazón
y van calentando el deseo del cuerpo y del alma.
Palabras
y frases subidas de tono, que denotan deseo, ardor, pasión,… son las que nos
humedecen y nos ponen a tono para iniciar el juego sexual en todas sus
infinitas variantes,… “me encanta lamer tus pezones”, “qué polla más guapa
tienes”, “me muero de ganas de hacerte mío/mía”, “penétrame ya, no me hagas
sufrir más”, “quieta, voy a follarte muy despacio…”, podríamos hacer un
concurso y seguro que recopilaríamos miles de frases mejores que éstas.
Todavía
nos faltan las palabras y frases fuertes o muy fuertes. Ahí debemos andar con
cuidado, tantear primero si no conocemos bien a la pareja, esperar el momento
adecuado, jugando con la escucha atenta a las señales del otro y arriesgándonos
cuando creamos que es el momento, estos sonidos fuera de contexto resultarían
ofensivos y dignos de un desplante, pero son los que en el furor y la batalla
sexual enardecen al máximo y nos ayudan a precipitarnos al vacío del orgasmo,…
“que coño más sabroso tienes guarra”, “fóllame cabrón, no te pares…”, “te voy a
taladrar el culo”, “creí que eras una santa y mira qué puta eres”, “me gusta
que …”, a imaginar, inventar, probar, arriesgarse, perder y a lo mejor ganar
algún cachete,… y adquirir la maestría del sexo verbal y oral, según se mire.
Para
terminar no os olvidéis que con nuestra voz podemos interpretar distintos
personajes y recrearlos con diálogos, historias, aventuras, ambiente,
vestuario,… podéis ser la Lolita calientabraguetas, la alumna sexy, la
enfermera cachonda, la monja no tan virtuosa, la mujer policía que odia a los
hombres, el ama, la sumisa,…. Nosotros podemos ser el latin-lover sudamericano,
el francés romántico, el hombre salvaje, el amo “Grey” de turno, el bombero
cachas, el fontanero ligón, el Casanova empedernido,…
Si
queréis más, habladlo con vuestras parejas y empezad a jugar, espero muchas más
ideas en los comentarios…
Hasta
la próxima cita,
Ignasi
Tebe (antes Ricardo Alas)
Sanador,
educador y escritor sexual
Facilitador
de cursos y talleres para Hombres, Mujeres y Parejas.
Contacto:
667761640 o conexion@ignasi-aurea.com