lunes, 2 de diciembre de 2013

Quiero un Gran Hombre en mi vida y en mi cama

Recién publicado en la revista dDona de este mes de diciembre.

En el último artículo que se publicó sobre las energías masculina y femenina, algunas de vosotras me preguntasteis ¿qué debería hacer para encontrar a este Nuevo Hombre?

En los talleres de sexualidad que he compartido con mujeres me he encontrado, a menudo con la pregunta: ¿pero estos hombres existen de verdad? La respuesta no es fácil, pero sólo vosotras, las mujeres, las “diosas potenciales”, podéis mover estos resortes mágicos, para que se propicie este deseado encuentro.

El Hombre que deseáis ha reconocido y amado su parte femenina, un hombre que conserva lo mejor del hombre primitivo, del hombre moderno y que busca completar en sí mismo el Nuevo Hombre, suma lo mejor de ambos y le añade la  conciencia de Ser y Estar, en un mundo donde lo humano y lo divino conviven cada día, donde las sensaciones y los sentimientos también cuentan.

Es un hombre con sentido de orientación, con perspectiva, noble, respetuoso, que comparte sus bienes, sabe tomar decisiones, es generoso, perseverante y resistente.
Por lo tanto es protector, ofrece seguridad, fuerza, pasión y deseo sexual, sabe lo que quiere y va a por ello (dirección, objetivo, metas o, más profundo todavía, se deja llevar por su ser interior…), ganador en potencia y luchador nato, además de sensible, tierno, comprensivo, escuchador, buen amante y compañero, paternal, amigable, colaborador en tareas caseras y familia,…. total: ¡UNA JOYA!

Ahora sí que lo hemos puesto difícil, y si además tiene que ser guapo, rico, sin compromiso, alegre, divertido, juguetón, culto, buen bailarín,… (vamos un Grey…) llegamos a la conclusión de que es imposible.

Tenéis dos opciones: “estoy bien así” o bien “quiero a este Hombre Nuevo”,… si optas por la segunda, puedes confiar en que tu hombre cambie, o de lo contrario, abrirte a una nueva relación, pero, en ambos casos, el conseguirlo sólo dependerá de tu predisposición a cambiar viejas actitudes y abrirte a las nuevas.

Sabemos que atraemos aquello que somos,… por ello, para empezar, os recomiendo hacer una lista de las cualidades físicas (no olvidéis el sexo), psicológicas, emocionales y si queréis espirituales, del hombre que realmente deseáis (las trampas os las hacéis vosotras mismas).

Una vez hecha esta lista, pensad a qué tipo de mujer dirigiría su mirada este Hombre,… conectad con vosotras mismas, descubrid qué os falta… y poneros a vivir, a ser, a sentir, a jugar, a amar,… como la mujer que deseáis ser, la que creéis que vuestro Hombre desea.

No vale pensarlo (la mente, el cerebro es muy masculino y nos engaña), hay que vivirlo, sentirlo, ser,…

Tu marido está sentado en el sofá, los zapatos tirados por ahí, pasando de ti, con su cerveza, viendo el futbol en la Tele… y “quieres cambiarlo”, que te preste atención… no le pidas ni le digas nada, simplemente reposa tu cabeza sobre sus piernas, acarícialo suavemente y de vez en cuando manifiesta, con un suspiro, salido del corazón, las ganas que tienes de él,… míralo, siéntelo, ámalo y si te dice (bastante probable): “¿Te pasa algo, qué quieres…?” contéstale “solo quiero estar contigo,…” y bésalo. Hazle sentir el fuego de mujer que llevas dentro.

Deberíamos empezar a comportarnos como lo que queremos ser (y por lo tanto vivir) en todos los momentos posibles, en las conversaciones, en los momentos de intimidad, en la cama y en el sexo, en los momentos “especiales” donde queremos sentir que somos uno en el otro.

Dejémonos de prejuicios y de falsas creencias o tabúes y hagamos, sintiendo, aquello que deseamos; ¿quieres un preludio amoroso de besos, caricias, palabras tiernas de tu hombre, rendido y entregado a ti, antes de…?, pues pongámonos en marcha, besando, acariciando, honrando el cuerpo, el pecho, el vientre y el sexo de nuestra pareja. ¿Que queremos sentir sus dedos y su lengua jugando con nuestro sexo y haciéndonos perder el mundo de vista?, pues hagámosle lo mismo y, después de sorprenderlo, muy en plan gatita, digámosle… “a mi también me gustaría que…”

Perdamos la vergüenza de manifestarnos tal y como deseamos ser, dejemos los tabúes, las creencias, las costumbres,… los frenos, muy lejos de nosotros mismos y con la mente y el corazón limpios, sintiendo la libertad, abrámonos a esta nueva relación.

Con la pareja actual (si hay mucha rutina establecida), costará algo más de tiempo, con tus nuevas parejas costará lo que cueste encontrar al Hombre de tus sueños, sabiendo que, si te manifiestas de forma auténtica, muy probablemente conectarás con él a la primera.

La mayoría de las veces, nuestra “compostura social” no nos permite manifestarnos tal y como somos y ello no nos permite encontrar a este “Nuevo Hombre” que seguro existe y está haciéndose las mismas preguntas que vosotras: ¿pero estas mujeres existen de verdad? yo les confirmo que sí existís y les recomiendo el mismo camino. Afortunadamente, cada día, se van encontrando más cuerpos y almas afines.

Que esta nueva forma de vivir se haga posible en nuestras vidas, con todo mi corazón

Ignasi Tebé

Terapeuta y educador sexual. Formador en Sex Academy Barcelona

Estoy a vuestra disposición, a través del email: itebe3@gmail.com