miércoles, 22 de junio de 2016

SER HOMBRE, no es fácil

En este mundo actual donde cada día que pasa parece que tenemos que haber evolucionado un poco más, donde nos pedimos, o nos piden, que sepamos estar en nuestro lugar, ser Hombres, con toda nuestra fuerza, presencia, determinación, propósito y objetivos claros, con una virilidad capaz de atraer a nuestras féminas, pero con toda la capacidad de escucha y no intromisión, respeto a los distintos estados emocionales de los otros, sensibles, tiernos, amantes sin prisas, capaces de reír y llorar, de estar, de ofrecer nuestra persona en silencio sin hacer nada,… ser Hombre, no es fácil.

Es muy difícil que después de miles de años siendo cazadores, guerreros, conquistadores,… machos alfa, ahora podamos cambiar, como si nada, a un nuevo nivel de consciencia,…¡por favor, somos humanos!

No solo se nos pide que seamos Hombres en el trabajo, capaces de cumplir los objetivos marcados, organizando y liderando equipos de profesionales, superando expectativas, mejorando resultados, descubriendo nuevos mercados, investigando y creando nuevos servicios, capaces de ganar un buen sueldo y ayudar a mantener a una familia con la mayor dignidad posible, sino que también se nos pide que seamos buenos compañeros, buenos padres, excelentes amantes y compañeros de camino de nuestras adoradas parejas.

¿Pero qué os habéis pensado, acaso fuimos preparados para todo esto?

Lo más difícil y, a la vez deseado es vivir, compartir y hacer camino con las mujeres, estos seres maravillosos que nos tienen encandilados tanto a nivel del más puro deseo físico y sexual, como desde todas sus infinitas, y para nosotros a veces incomprensibles, cualidades de mujer, de madres, de amantes, de guerreras, de sanadoras, compañeras,… de diosas.

¿Porqué lo más hermoso de nuestras vidas se ha transformado en lo más difícil de las mismas?

¿Porqué a veces las mujeres cuando dicen sí, es que no, o cuando dicen no es que sí?, ¿porqué no entendemos lo que nos piden o nos piden tonterías cuando estamos hablando de cosas importantes?, nos piden que traigamos leche para el desayuno de mañana y cuando llegamos súper satisfechos de los éxitos y logros del día, solo les interesa la dichosa leche de las narices.

Ahora ríen, ahora lloran, a veces se enfadan mucho o les da un ataque de rabia, o se ponen tristes y melancólicas, a se enfurecen como leonas, o se acurrucan en nuestros brazos como niñas, o se transforman en tigresas sexuales, o son cálidas o frías como el hielo, o…

Puede que el problema radique en que no hemos desarrollado interiormente nuestra parte femenina y sólo hemos aprendido a cocinar, cambiar pañales y alguna que otra característica antes femenina. Es por ello que no entendemos el femenino en toda su grandeza y se nos escapa, ya que queremos medirlo con la simplicidad del masculino.

Lo femenino es agua, es tierra y ambas pueden ser plácidas o verdaderamente tempestuosas. Nadie discute la belleza de una mar muy brava o la de un volcán en erupción, sin embargo cuando convives con ellas has de aprender a navegar y a apartarte cuando toca.

La mejor forma de navegar con la mar brava es plantando cara a las olas, sin querer luchar contra ellas, ni huyendo de las mismas, ya que indudablemente volcarán nuestro navío.

Navegar y convivir con lo femenino no es fácil, pero tampoco es tan difícil, si nos limitamos a ofrecer nuestra presencia, nuestra atención, nuestra capacidad de escuchar sin interrumpir, juzgar ni opinar. Tampoco es tan difícil si somos capaces de hacer aquello que nuestro corazón nos dice, sin pasarlo por la cabeza (muy masculino por cierto). Cuando actuamos de verdad desde el corazón, la mujer entiende, comprende y admira y si no lo hemos hecho bastante bien, corrige, respeta, admira y no nos hiere por ello.

Hemos de aprender a que muchas veces lo mejor es escuchar en silencio, al lado, como un amigo,… y otras veces será silenciarla, con un beso apasionado, no hay fórmulas ni métodos, es un camino de aprendizaje que hay que atreverse a hacer, sin miedo, ya que este miedo nos frena y nos impide avanzar.

Para todo ello, lo mejor es ir practicando un poco cada día, no esperar a las situaciones límite donde ser Hombre nos va a resultar difícil de cojones (disculpad las mujeres). Ello es posible si como masculino me considero también femenino y practico con la riqueza del Ser. Siendo dulce y tierno unas veces y apasionado y bravo otras. Si cada día, en el cuarto de baño, en la cocina, en el trabajo, en la calle, en el bar, voy practicando con las compañeras de trabajo, amigas, vecinas, hermanas, pareja o esposa esta danza sutil que nos permite ser hombres sin olvidarnos de que nuestro ser más íntimo, además de hombre, también es mujer y que ello es perfecto y hermoso y no solo atrae sino que nos permite ir por el camino de la vida sin sufrir tanto e incluso, si nos lo permitimos, disfrutando.

Que esta vida más placentera os colme de buenos y deliciosos momentos.

Ignasi Tebé

Terapeuta, Sexblogger, facilitador de Cursos y Talleres de Tantra para Hombres, Singles y Parejas.

lunes, 13 de junio de 2016

A Eros, le gusta pasear

Cuando Eros sale a pasear por la calle, cuidado… seguro que lleva alguna idea más o menos lasciva entre ceja y ceja.

Esta vez Eros ha tenido la intención de mostrarnos la cara más bonita y natural de la sexualidad: la sensualidad, coquetería, atracción, seducción, masculino y femenino, dominio y sumisión, muchas ganas de jugar, de descubrir y aprender, de escribir y leer, de pintar, de bailar, de crear belleza rodeada de sexo y poesía, de cuerdas que atan emociones, de abrazos que rompen corazones, de cuerpos que se visten que se desnudan, que se pintan, que expresan, de géneros y de diversidades, de sexo, corazón, de alma, de pasión… pero sobre todo de mostrar que todo esto es bello, que no hay que tenerle miedo, que podemos hablar abiertamente de ello, que los viejos tabúes y creencias ya no sirven… que la nueva sexualidad es más auténtica, saludable, gozosa y también divina y que debemos hablar de ella con nuestros hijos.

No pretendo hacer un resumen, dos días con más de 60 presentaciones, espectáculos, talleres, debates… y muchos artistas y expositores, no se pueden resumir así de rápido, lo mejor es seguirlos por las redes, lo que me apetece es intentar transmitir, modestamente, algunas emociones.

“Nos hemos dado el primer beso”, “nunca había sentido nada parecido”, “hemos conectado más hoy que en los 7 años que llevamos de pareja”, “ahora me atrevo a confiar en los hombres, les tenía miedo”, “vemos el sexo como algo bello y necesario”, “creo que con esta forma de ver la sexualidad curarme será más fácil”… y muchos otros refiriéndose al festival.

Cuando las cosas se hacen desde el corazón, por amor, con responsabilidad, en equipo, colaborando, sorteando dificultades, aprendiendo de los errores, gestionando el estrés, celebrando los aciertos, jugando y riendo, llorando de emoción, abrazando al compañero… el resultado es el éxito. Es como las relaciones humanas, sólo así pueden ser llenas y satisfactorias.

Àurea y yo hemos dado bastante y hemos recibido muchísimo… la ilusión se vuelve meta para repetirlo en el 2017 el “2º Erostreet Festival

Gracias a todos, dirección, equipo, participantes, voluntarios, técnicos, visitantes…. el milagro se hizo.

Ignasi Tebé

Terapeuta, Sexblogger, facilitador de Cursos y Talleres de Tantra

Colaborador de Sex Academy Barcelona y del Erostreet Festival