La palabra sánscrita para denominar el órgano sexual masculino es Lingam, y le da una connotación muy respetuosa, ya que significa Vara de Luz que canaliza la energía y el placer.
El masaje del Lingam fortalece los vínculos de intimidad que existen en la pareja, y además sana algún trauma, experiencia o aspecto negativo que haya existido hacia el sexo. Por eso, el orgasmo y la eyaculación no son el objetivo primordial de este masaje, sino la exploración de una nueva forma de placer que no esté condicionada por factores tradicionales como alcanzar el clímax.
La práctica de este masaje puede ayudar mucho a controlar la eyaculación, a gozar de orgasmos sin eyaculación y por descontado a favorecer la multiorgasmia en el hombre.

Para que la pareja se conecte, es una buena idea -al igual que con el masaje del Yoni- acercarse y acariciarse tiernamente, abrazarse y mirarse a los ojos, con la idea de derribar las fronteras o murallas que estén separando a la pareja.


Posteriormente, se procede a acariciar el cuerpo del Lingam, variando la presión y la velocidad, para que el estímulo varíe de intensidad y resulte más placentero. Hay que recordar que el hombre estará asumiendo una posición pasiva que no necesariamente le es familiar, por lo que no hay que permitirle moverse. Hay que mirarlo a los ojos, pedirle que se deje querer con palabras sensuales y dulces y recordarle que respire profundamente.
Con la mano derecha, se presiona la base del lingam, luego se desliza hacia arriba y luego hacia abajo, pero alternando con la mano izquierda. Mantener estos movimientos durante cierto tiempo, y después empezar a presionar en la cabeza del Lingam, y seguir alternando de manos.


Seguidamente, se masajea el Punto Sagrado o perineo que se encuentra entre el ano y los testículos, hay que ser muy delicado, pues si no puede causar dolor. La línea divisoria entre el placer y el dolor es muy pequeña, este masaje se hace con la izquierda, mientras se acaricia el Lingam con la derecha.
Una opción es buscar este punto internamente por el ano, sin embargo esto debe ser con la aprobación del hombre ya que por lo general -debido a viejos prejucios- se ve cuestionado en su virilidad y la idea no es complicar el ambiente con tensiones innecesarias. Si él acepta de buen grado, y no representa problema para ti, entonces usa lubricante sexual, introduce el dedo y busca la próstata hacia el frente, moviendo el dedo hacia tu palma.
Si él lo desea, puedes estimular el lingam al mismo tiempo, pero recuerda que no hay que permitir que llegue al orgasmo, pues entonces se acaba la diversión y el placer.
Después, si él siente deseos de llegar al orgasmo, déjalo y si quieres ayúdale, pero recuérdale respirar y no contraerse mientras lo experimenta, para que así el momento sea sublime.
Una vez que se ha terminado el masaje, puedes quedarte con él en un tierno abrazo o si él lo prefiere, entonces déjalo sólo para que saboree lo que acaba de ocurrir en toda su magnitud.
Que lo gocéis en toda su plenitud.
Ignasi Tebé
Excelente artículo! De verdad no conocia este masaje y me parece estupendo! Lo probaré y recomendare! ;) Te felicito y agradezco por compartir tus conocimientos! Saludos
ResponderEliminarLos masajes tántricos son especialmente hermosos, sensuales y no digamos placenteros, la diferencia con otros es que en este tipo de masajes, unimos, sexo, sensaciones, emociones y alma. Los orgasmos que se pueden llegar a alcanzar son como mínimo 10 veces más poderosos que los que vivimos normalmente. Gracias por tu comentario
ResponderEliminarGran artículo Ignasi. Genial, nos encanta. Sexcretroom
ResponderEliminarHe encontrado hoy tu blog y me interesa mucho. El artículo sobre el masaje al yoni me parece fantástico. De todas formas, lo que me turba es que se siga hablando de 'pareja', sin contemplar otras posibilidades, y que esta pareja sea siempre heterosexual (una mujer + un hombre).
ResponderEliminarHola Alessandro, si miras las respuestas, en el masaje del Yoni he contestado un comentario parecido. Evidentemente estos masajes pueden realizarlos personas del mismo sexo, pero para gozar de toda su plenitud, no solo física, sino también espiritual o tántrica, es necesario que en el masaje participen las dos energías, masculina (Yang), femenina (Ying), solo así se llega a lo más sagrado del masaje. En el caso de parejas homosexuales, el dador/a deberá siempre entrar en su rol masculino y el receptor/a en su rol femenino. Así se consiguen los mismos resultados que en parejas hétero. Espero haber aclarado el tema. Gracias por comentarios tan interesantes como éste.
ResponderEliminareste masaje lo conocía, mi pareja actual no se deja tocar mucho el perineo, pero mi pareja anterior me permitía masajear con un dedo en el interior y alcanzaba orgasmos fuertísimos así.
ResponderEliminarQue Interesente
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