domingo, 22 de enero de 2012

El poder de la ilusión

Las personas que estamos inmersas en el mundo del crecimiento personal nos pasamos la vida buscando, ensayando y utilizando herramientas, sistemas,… que contribuyan a nuestra mejora. Hoy tenemos a nuestro alcance métodos de todo tipo: físicos, mentales, emocionales, espirituales, mágicos, artísticos,… y si nos pusiéramos a enumerarlos, la lista ocuparía todo este artículo y probablemente nos olvidaríamos de algunos.

Casi todos coinciden en decirnos que la mayor fuerza, el mayor poder para cambiar y crecer lo tenemos dentro, reside en nuestro interior, al igual que nuestro maestro, que nuestro dios, que…

Miles de años y miles de fórmulas de todo tipo, pero probablemente muy pocas tan poderosas como la ilusión, una fuerza tan sencilla y por ello tan poco conocida, tan obvia y tan descuidada, tan humilde y tan sublime.

La ilusión la vemos especialmente reflejada en las caras y los ojos de los niños, ellos son el más fiel recuerdo de nuestras ilusiones perdidas, días de fiesta, regalos, momentos especiales, risas y un largo etcétera, que, recordándolos, son capaces de despertar y hacernos sentir la ilusión en el corazón de un niño.

Luego de más mayores podemos seguir sintiéndola por un amor, por un trabajo, por una carrera, un viaje, un coche, unas vacaciones, el último pago de,… o cuando nos hacemos mayores, por unos nietos, unos días en familia, la visita de un amigo,…

La ilusión está siempre presente en nuestras vidas, aunque la mayoría de las veces terminemos olvidándola, dejándola para los más jóvenes, para los “ilusos” y, lo que es peor, pensando que no sirve de nada, que la realidad es así de dura, que nada se puede hacer, que la cuestión es ir tirando.

La pérdida de la ilusión conlleva tristeza, enfermedad, depresión, cansancio, estrés, nos atrae despacio hacia la muerte de las emociones, del alma y puede que también del cuerpo.

Sin embargo, si nos damos permiso para, a cualquier edad y bajo cualquier circunstancia, tener ilusiones, nuestra vida dará un giro total, nos rejuveneceremos, nos adelgazaremos si es lo que deseamos, recuperaremos la salud, sentiremos la vida fluir por nuestras venas, su energía invadirá cada una de nuestras células y neuronas, la alegría nos permitirá vivir la vida de otra forma, las dificultades se empequeñecerán, las respuestas aparecerán, la magia y lo sublime volverán a existir en nuestras vidas, incluso podremos volver a enamorarnos de nuestra pareja o reiniciar una nueva vida…, lo difícil y lo imposible se harán realidad, el dios/diosa de nuestro corazón volverá a manifestarse en toda su grandeza.

Puede parecer utópico e “ilusorio”, porque… tuve una embolia, porque tengo un cáncer, porque me he arruinado, mi marido me ha abandonado, mi hijo es drogadicto, me van a embargar el piso, no llego a final de mes, me han despedido del trabajo, se terminó el paro,… y todas las desgracias que se os puedan ocurrir y más, y más… son excusas para no gozar de la ilusión.

Hay personas tetraplégicas que lo superaron, seres que vencieron el cáncer, que rehicieron su vida amorosa, que tuvieron una gran idea, que se hicieron ricos,… la vida está llena de libros que hablan de casos así y todo gracias a la ilusión.

Niñ@ - Ilusión – Amor - Fuerza – Creación, una vieja y olvidada fórmula para rehacer nuestras vidas.

Con todo nuestro amor.
Ignasi

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