Estos tres últimos años he estado aportando
pequeños talleres sobre diversos temas en el Salón Erótico de Barcelona,
colaborando con nuestra familia de Sex Academy Barcelona.
Para los
amantes de la auténtica sexualidad, no creo que éste sea un salón que la
promueva. Para nosotros el sexo es natural, fresco, sano, alegre, divertido,
juguetón, da placer, nos hace sentir libres, nos enseña cada vez que lo
practicamos, nos permite la conexión íntima, nos acerca a los demás… nos lleva
al éxtasis.
Para mí
además la auténtica sexualidad acerca mis genitales, al corazón y los funde con
el alma, puedo vivir una sexualidad plena, sin dejar de unir mi parte terrenal
con mi parte sublime.
El sexo
auténtico debería ayudarnos a sentir la grandeza de nuestra pareja sexual para
honrarla, admirarla, sentirla, vivirla, gozarla, amarla… casi adorarla, aunque
sólo sea durante el tiempo que dure la relación sexual. La pareja, en este caso
(sea hombre o mujer) siente la confianza, la seguridad de no ser dañada, de no
ser tratada como un objeto y se entrega, se rinde al placer que le estás
ofreciendo, así ambos gozan y se abren a un orgasmo más intenso.
Los que me
conocéis sabéis que no hablo con tapujos y que mi mente está abierta, pero en
los escenarios del salón, en algunos stands, en algunos reservados… pienso que a
los hombres y mujeres, se les trata únicamente como objetos sexuales. No vi ni
sentí a ningún actor o actriz, tratar al o a los demás de una forma hermosa y digna.
La mayoría del público asistente, tenia sed de un sexo, que reproducido en
casa, puede ser devastador.
Lloré al
sentir que todavía estamos haciendo del sexo, la mayoría de las veces, un
espectáculo pornográfico donde no se hace el amor, donde no hay sensibilidad,
ni algunos valores masculinos y mucho menos femeninos, donde se folla, se
penetran vaginas o culos, se posee, se domina sin respeto, se chupan pollas o
se lengüetean vaginas. Lo siento queridos lectores, pero a mí incluso el sexo
duro me gusta con un poco de arte.
De todas formas sí que vi espacios
donde se sentían los deseos y pasiones salidos de las emociones, con algo de
sensibilidad y arte, donde la sexualidad era contemplada y vivida como algo
distinto pero bello y sublime, ojalá éstos abundasen más y fueran más conocidos,
el mundo cambiaría para mejor.
Quiero
dejar este testimonio porque estoy a favor de la prostitución, de la buena
pornografía, de los masajes con final feliz, de los locales swingers, del BDSM,
de muchas filias, del fetichismo, de los juguetes y de… todo lo que nos aporte
lindas formas de jugar y ser felices, pero desde el respeto a la persona, al
género, a su cuerpo, a sus emociones y sentimientos.
Cuando
termino de hacer el amor, me gusta poder mirar a los ojos de mi pareja y
abrazarla, sin ningún temor, sin ninguna culpa, agradeciendo…
Ignasi Tebé
Terapeuta, escritor y educador sexual. Tel 667 761 640
Facilitador de cursos y talleres para Hombres, Singles y Parejas
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