Cuando los amantes han construido su
relación sobre la base del conocerse, de una buena comunicación, capacidad de
resolución, confianza, acuerdos claros, libertad… y han creado su espacio
sagrado, aparecen los valores esenciales del respeto y la honra hacia el
otro/a.
Las viejas heridas del abandono, del
maltrato, del autoritarismo, del control, desaparecen para dar lugar a un nuevo
estado que nos hace sentir libres, sentirnos como en casa, sin miedos, sin
temores, en la más absoluta libertad y confianza. Cuando uno de los dos amantes
llega a este punto, Ama, Honra, Respeta y Adora… al otro. Ante esta actitud tan
hermosa de confianza total, el otro/a normalmente reacciona entregándose,
rindiéndose a su amante a su dios/diosa.
Es a partir de esta actitud que los
juegos de dominio y sumisión pueden alcanzar su máxima expresión sexual, de pasión,
placer, éxtasis y, sobre todo, de sanación entre ellos.
El que domina ama, respeta, honra,
adora, se transforma en el facilitador de placer del que, voluntariamente,
decide someterse. El sometido/a, ante tal actitud, se rinde, entrega, abandona
y se hace vulnerable.
Las mascaras desaparecen, la
autenticidad se hace presente, no existen más corazas… podemos manifestarnos,
tal cual somos, sin disfraces, desnudos, como al nacer.
En esta actitud, el pasado y el
futuro desaparecen, el presente nos inunda y un sinfín de nuevas sensaciones,
emociones, hormonas… y sueños inundan nuestro ser; nuestro estado consciente
cambia de vibración… somos más libres que nunca.
Lo casi imposible, tiene sentido:
“Has sido mío, me ofreciste tu
libertad, decidiste entregarte a mi, te rendiste, te hiciste vulnerable… y me
ofreciste tu debilidad, tus sombras, tu cuerpo, tus emociones y tu alma. Ante
tu ofrenda sentí el mayor respeto que nunca había sido capaz de sentir; has
sido mío… te rendiste a mi y yo me ofrecí para ser tu ama, tu dueña y
proporcionarte todo el placer que tu fragilidad consciente se merecía; ambos
nos hemos rendido… te relajaste y me ofreciste lo mejor de Ti, me diste todo…
tu cuerpo, tus dolores y placeres, tus entrañas, tu sexo, pensamientos,
emociones… tu alma.
Yo a cambio te ofrecí, no sólo mi
respeto y amor, sino que me transformé en tu servidora de placeres, te torturé
amado mío, con todo el amor de que soy capaz. Por ello te obligué a no mirarme
cuando mis manos acariciaban tu santuario de placer, por ello te empujé contra
la pared cuando te hice mío, por ello te castigué a lamer mi sexo, cuando supe
que tenías sed de mi.
Ahora las barreras, las fronteras,
los límites, los prejuicios, entre tú y yo, ya no existen… me siento libre, nos
sentimos libres. Jugando hemos desvelado nuestros deseos ocultos… nuestros
niñ@s se han manifestado descaradamente, no podemos ocultarnos… y, de vez en
cuando, nos gusta ser así.
A ti, a veces te gusta ser dominado,
castigado como si hubieras sido una niño malo, sin dejar de sentirte un dios y
así poder hacerte grande ante los ojos de mi cuerpo y de mi alma. Por ello ante
tus travesuras, tu masculinidad, tu belleza, armonía, madurez… no puedo hacer
nada más que rendirme, adorarte, inclinarme ante ti y con lágrimas en los ojos
dar gracias a la tierra y al cielo por haberte traído aquí y ahora. Eres tú,
eres tuyo y por ello, ahora que te amo sin límites ni condiciones, puedo decir
que también eres mío. Desde este amor, dominándote, haciéndote mío, te honro
como jamás lo hice con nadie.
Yo, a su vez, qué quieres que te
diga,… ante tu grandeza, ante ti,… me rindo, sin condiciones, sé que nunca me harás daño,
porque nuestro amor está por encima de todo ello, sé que nos amaremos hasta el
infinito en este presente fuera del espacio y del tiempo, seré toda tuya y
gozaré con ello, porque sólo deseo perderme en ti y dejar de pensar para Ser,
para Sentirte, para Fundirme y Comulgar contigo.
Este vacío, esta pérdida de identidad
propia, este anhelo de pertenecernos… nos hace libres, nos desapega de lo
material y nos eleva a lo universal… donde materia y espíritu conviven y son la
unión del Femenino y del Masculino, del Yin y del Yang, del todo en Uno, en
Nosotros, en el Todo.”
Me encanta ser “Nosotros” y así sentir,
más intensamente, que Somos.
Ignasi Tebé
Sanador, educador sexual y escritor
Facilitador de talleres y cursos para
Hombres, Mujeres y Parejas
Contacto: conexion@ignasi-aurea.com ó
tel.: 620969845
Hay algo de esta forma de hacer que me tira, pero tengo miedo a hacerlo mal y pasarme de la raya.
ResponderEliminar¿qué me aconseja?
Primero hay que tener una actitud casi infantil, de ganas de jugar, no es nada más que un juego de adultos, con sus reglas. Después la actitud del respeto y la honra del que domina, desde el amor total, así el dominado/a pueden bajo esta confianza, rendirse y entregarse al otro/a y gozar, sanar y leberarse con ello. Puedes contactar conmigo si lo deseas
ResponderEliminar