martes, 29 de septiembre de 2015

DOMINIO / SUMISIÓN desde el Tantra

En el Tantra hay una serie de actitudes esenciales que son la base de toda la mística y espiritualidad de la sexualidad sagrada.

Cuando los amantes han construido su relación sobre la base del conocerse, de una buena comunicación, capacidad de resolución, confianza, acuerdos claros, libertad… y han creado su espacio sagrado, aparecen los valores esenciales del respeto y la honra hacia el otro/a.

Las viejas heridas del abandono, del maltrato, del autoritarismo, del control, desaparecen para dar lugar a un nuevo estado que nos hace sentir libres, sentirnos como en casa, sin miedos, sin temores, en la más absoluta libertad y confianza. Cuando uno de los dos amantes llega a este punto, Ama, Honra, Respeta y Adora… al otro. Ante esta actitud tan hermosa de confianza total, el otro/a normalmente reacciona entregándose, rindiéndose a su amante a su dios/diosa.

Es a partir de esta actitud que los juegos de dominio y sumisión pueden alcanzar su máxima expresión sexual, de pasión, placer, éxtasis y, sobre todo, de sanación entre ellos.

El que domina ama, respeta, honra, adora, se transforma en el facilitador de placer del que, voluntariamente, decide someterse. El sometido/a, ante tal actitud, se rinde, entrega, abandona y se hace vulnerable.

Las mascaras desaparecen, la autenticidad se hace presente, no existen más corazas… podemos manifestarnos, tal cual somos, sin disfraces, desnudos, como al nacer.

En esta actitud, el pasado y el futuro desaparecen, el presente nos inunda y un sinfín de nuevas sensaciones, emociones, hormonas… y sueños inundan nuestro ser; nuestro estado consciente cambia de vibración… somos más libres que nunca.

Lo casi imposible, tiene sentido:

“Has sido mío, me ofreciste tu libertad, decidiste entregarte a mi, te rendiste, te hiciste vulnerable… y me ofreciste tu debilidad, tus sombras, tu cuerpo, tus emociones y tu alma. Ante tu ofrenda sentí el mayor respeto que nunca había sido capaz de sentir; has sido mío… te rendiste a mi y yo me ofrecí para ser tu ama, tu dueña y proporcionarte todo el placer que tu fragilidad consciente se merecía; ambos nos hemos rendido… te relajaste y me ofreciste lo mejor de Ti, me diste todo… tu cuerpo, tus dolores y placeres, tus entrañas, tu sexo, pensamientos, emociones… tu alma.

Yo a cambio te ofrecí, no sólo mi respeto y amor, sino que me transformé en tu servidora de placeres, te torturé amado mío, con todo el amor de que soy capaz. Por ello te obligué a no mirarme cuando mis manos acariciaban tu santuario de placer, por ello te empujé contra la pared cuando te hice mío, por ello te castigué a lamer mi sexo, cuando supe que tenías sed de mi.

Ahora las barreras, las fronteras, los límites, los prejuicios, entre tú y yo, ya no existen… me siento libre, nos sentimos libres. Jugando hemos desvelado nuestros deseos ocultos… nuestros niñ@s se han manifestado descaradamente, no podemos ocultarnos… y, de vez en cuando, nos gusta ser así.

A ti, a veces te gusta ser dominado, castigado como si hubieras sido una niño malo, sin dejar de sentirte un dios y así poder hacerte grande ante los ojos de mi cuerpo y de mi alma. Por ello ante tus travesuras, tu masculinidad, tu belleza, armonía, madurez… no puedo hacer nada más que rendirme, adorarte, inclinarme ante ti y con lágrimas en los ojos dar gracias a la tierra y al cielo por haberte traído aquí y ahora. Eres tú, eres tuyo y por ello, ahora que te amo sin límites ni condiciones, puedo decir que también eres mío. Desde este amor, dominándote, haciéndote mío, te honro como jamás lo hice con nadie.

Yo, a su vez, qué quieres que te diga,… ante tu grandeza, ante ti,… me rindo,  sin condiciones, sé que nunca me harás daño, porque nuestro amor está por encima de todo ello, sé que nos amaremos hasta el infinito en este presente fuera del espacio y del tiempo, seré toda tuya y gozaré con ello, porque sólo deseo perderme en ti y dejar de pensar para Ser, para Sentirte, para Fundirme y Comulgar contigo.

Este vacío, esta pérdida de identidad propia, este anhelo de pertenecernos… nos hace libres, nos desapega de lo material y nos eleva a lo universal… donde materia y espíritu conviven y son la unión del Femenino y del Masculino, del Yin y del Yang, del todo en Uno, en Nosotros, en el Todo.”

Me encanta ser “Nosotros” y así sentir, más intensamente, que Somos.

Ignasi Tebé

Sanador, educador sexual y escritor
Facilitador de talleres y cursos para Hombres, Mujeres y Parejas
Contacto: conexion@ignasi-aurea.com ó tel.: 620969845

2 comentarios:

  1. Hay algo de esta forma de hacer que me tira, pero tengo miedo a hacerlo mal y pasarme de la raya.
    ¿qué me aconseja?

    ResponderEliminar
  2. Primero hay que tener una actitud casi infantil, de ganas de jugar, no es nada más que un juego de adultos, con sus reglas. Después la actitud del respeto y la honra del que domina, desde el amor total, así el dominado/a pueden bajo esta confianza, rendirse y entregarse al otro/a y gozar, sanar y leberarse con ello. Puedes contactar conmigo si lo deseas

    ResponderEliminar