jueves, 26 de marzo de 2015

El poder de la sexualidad

El buen sexo tiene un poder todavía desconocido para la mayoría de nosotros, intentaré reflexionar en voz alta sobre parte de este poder ignorado.

Nuestra sexualidad nos trae a la vida y en la mayoría de los casos somos fruto, como mínimo, de un arrebato pasional de nuestros padres. Nuestros genitales ya nos produjeron las primeras sensaciones de placer desde la más tierna infancia y ya no digamos cuando la infantil curiosidad se apoderó de nosotros y empezamos a conocer, imaginar y fantasear con aquellas medias verdades que poco a poco íbamos descubriendo.

En el despertar hormonal de nuestra adolescencia, los primeros devaneos, el primer beso, los primeros roces nos hicieron olvidar exámenes, amigos, familiares y pasamos horas ensimismados soñando, ahora WhatsAppeando, con nuestro amado/a.

Luego empezamos a tener algo de sexo, primero versión suave y luego completo, con penetración y el uso de nuestros primeros preservativos… y así seguimos avanzando hasta hoy; cada uno estará donde esté, pero casi todos procurando que la sexualidad no decaiga, que la rutina no nos aplaste o pendientes todavía de un montón de miedos, tabúes y creencias por resolver. Algunos, los menos, abriéndose para salir de la rutina, buscando y hallando respuestas y caminos para mantener y, a veces, incrementar este “algo más que placer” y que sabemos que es una parte importante de nuestra vida.

Bastantes de nosotros dejamos algo aparcado el tema, mientras estuvimos ocupados durante años, buscando nuestro crecimiento personal e incluso espiritual con toda clase de técnicas, cursos, talleres, meditaciones, retiros… ahora estamos dándonos cuenta de que el buen sexo es un camino más fácil y rápido para una buena salud física (circulación, respiración, hormonas, juventud, humor…), mental (depresiones, estrés, ansiedad, inseguridad, complejos…) y no digamos emocional (baja autoestima, miedos, rabia, creencias, patrones…)

Los más atrevidos creemos que incluso en poderoso para nuestra alma: equilibrio del yin y del yang, paz interior, comunión íntima, elevación de consciencia, éxtasis…

El maravilloso sexo es mucho más de lo que nos han dejado creer. A ellos les ha convenido que pensemos que el sexo es esencialmente reproductivo, placentero solo en pareja estable y sin pasarse demasiado, que el sexo además de sucio es peligroso, puede contagiar cuerpos y almas, puede hundirnos en la desgracia y hacernos ruines y desgraciados, que todos los hombres pensamos en una sola cosa (el sexo) y que muchas mujeres son el mismísimo diablo que nos lleva al pecado y la perdición.

Otros pensamos que el sexo es liberador, que nos muestra un camino (nadie ha dicho que sea fácil) evolutivo que nos llevará paulatinamente a cultivar valores, a superar dificultades, a conectar con nosotros mismos, con los demás o alcanzar niveles de espiritualidad desconocidos.

En nombre del sexo y de la sexualidad a lo largo de la historia ha habido guerras, traiciones, cismas, excomuniones, encarcelamientos, asesinatos, suicidios, trata de esclavas, sectas, se han devastado pueblos y culturas y un sinfín de atrocidades. Se han creado billones de seres, movido montañas, generado billones de divisas de muchos países, ha dado y da millones de puestos de trabajo en todo el mundo y esto sigue… También se han hecho tratados de paz, alianzas entre familias, cantado melodías, recitado versos, utilizado ríos de tinta, miles de películas, creado miles de obras de arte…

¿Todavía no os dais cuenta del poder del sexo?

En pleno siglo XXI, de esta era, seguimos debatiendo abiertamente o a escondidas, sobre el bien y el mal del sexo.

Algunos todavía dudan sobre qué importancia debemos darle en nuestra vida, mi respuesta es: la máxima.

Algún día entenderemos que esta energía es la única que puede crear un universo, un mundo y todos sus habitantes felices y en armonía con ellos y su entorno.

Maravilloso sexo… ahora entiendo muchas cosas…

Ignasi Tebé
Sanador, educador y escritor sexual
Facilitador de cursos y talleres para Hombres, Mujeres y Parejas.
Contacto: 667 761 640 o conexion@ignasi-aurea.com

4 comentarios:

  1. Dulce es el amor cuando se rompe es amargo.

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    1. El amor auténtico nunca se rompe, puedes romper una relación, pero el amor está en ti y en todo lo que te rodea. No lo rompas, llóralo y sigue amando.

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